Corría el año 2004 y don Antonio Melys decidió cambiar su camioneta. Se dirigió a un concesionario Chervrolet, específicamente Grunfeld ubicado en el movicenter, ya que es fanático de la marca. Dejó su antigua camioneta en parte de pago, y se llevo una
S-10, doble cabina, full equipo, color burdeo. Estaba muy feliz ya que encontraba que había hecho un buen negocio. Al cabo de un tiempo todo marchaba bien, él como buen cliente llevaba su vehículo a todas sus mantenciones, manteniendo su libro de garantías timbrado, que cubría dos años o 50.000 Km. de garantía.
Llegó el verano, y el como buen especialista tributario, es muy ordenado, realizó la mantención de los 20.000 kilómetros aunque técnicamente aún no los tenía, pero por prevención para evitar problemas. Emprendió viaje a La Serena donde veranea habitualmente llegando sin problemas. Un día soleado decidió viajar a Tongoy a 40 kilómetros de distancia, y ahí empezó a escribirse una amarga historia.
En el trayecto sintió un ruido en la parte trasera, que partió levemente y aumento mucho de intensidad a medida que avanzaba. Detuvo la marcha, miró debajo encontró nada anormal por fuera, pero sí un fuerte olor a aceite de caja de cambios que es muy fuerte imposible de ignorar. En seguida llamó al seguro, el cual envió una grúa, decepcionados regresaron a la Serena. Una vez allí, trasladaron la camioneta al concesionario oficial en esa ciudad.
El resultado del peritaje fue lapidario, CAJA DE CAMBIOS FUNDIDA, no tenía reparación y el diagnóstico fue reemplazarla, por lo que hicieron uso de la garantía.
Pasó el tiempo, una semana sin noticias, el señor Melys, llamó para preguntar sin obtener resultados, la semana se convirtió en dos, tres, un mes. Las llamadas eran continuas, no obteniendo resultado. Hasta que por fin pudieron hablar con gerente del lugar, la caja de cambios no existía como repuesto, debían esperar hasta nuevo aviso.
La situación se torno trágica, no pudieron regresar a Santiago, no le prestaron auto de cortesía, y la situación era incierta. Volvió solo a la capital y dejó a su señora al mando de la situación. Un día, casi tres meses más tarde, la llamaron de Chevrolet que había llegado la transmisión, una semana más tarde estuvo lista.
Sin recibir siquiera una disculpas por parte de Chevrolet, y ninguna compensación legal.
Lamentablemente nuestro protagonista no siguió acciones legales.
¡¡¡¡¡¡UD NO LO HAGA, DENUNCIE A LOS INFRACTORES.!!!!!
S-10, doble cabina, full equipo, color burdeo. Estaba muy feliz ya que encontraba que había hecho un buen negocio. Al cabo de un tiempo todo marchaba bien, él como buen cliente llevaba su vehículo a todas sus mantenciones, manteniendo su libro de garantías timbrado, que cubría dos años o 50.000 Km. de garantía.
Llegó el verano, y el como buen especialista tributario, es muy ordenado, realizó la mantención de los 20.000 kilómetros aunque técnicamente aún no los tenía, pero por prevención para evitar problemas. Emprendió viaje a La Serena donde veranea habitualmente llegando sin problemas. Un día soleado decidió viajar a Tongoy a 40 kilómetros de distancia, y ahí empezó a escribirse una amarga historia.
En el trayecto sintió un ruido en la parte trasera, que partió levemente y aumento mucho de intensidad a medida que avanzaba. Detuvo la marcha, miró debajo encontró nada anormal por fuera, pero sí un fuerte olor a aceite de caja de cambios que es muy fuerte imposible de ignorar. En seguida llamó al seguro, el cual envió una grúa, decepcionados regresaron a la Serena. Una vez allí, trasladaron la camioneta al concesionario oficial en esa ciudad.
El resultado del peritaje fue lapidario, CAJA DE CAMBIOS FUNDIDA, no tenía reparación y el diagnóstico fue reemplazarla, por lo que hicieron uso de la garantía.
Pasó el tiempo, una semana sin noticias, el señor Melys, llamó para preguntar sin obtener resultados, la semana se convirtió en dos, tres, un mes. Las llamadas eran continuas, no obteniendo resultado. Hasta que por fin pudieron hablar con gerente del lugar, la caja de cambios no existía como repuesto, debían esperar hasta nuevo aviso.
La situación se torno trágica, no pudieron regresar a Santiago, no le prestaron auto de cortesía, y la situación era incierta. Volvió solo a la capital y dejó a su señora al mando de la situación. Un día, casi tres meses más tarde, la llamaron de Chevrolet que había llegado la transmisión, una semana más tarde estuvo lista.
Sin recibir siquiera una disculpas por parte de Chevrolet, y ninguna compensación legal.
Lamentablemente nuestro protagonista no siguió acciones legales.
¡¡¡¡¡¡UD NO LO HAGA, DENUNCIE A LOS INFRACTORES.!!!!!
Yo tuve recientemente una experiencia que ojala pueda servir a otros. El servicio de mi vehiculo lo realiza Mitsui Toyota Casa Matriz Av A. Vespucio 095. Huechuraba. Hace pocos dias tuve que cambiar las pastillas de freno. Como habitual, me retiraron el auto en la manana desde mi domicilio. En la tarde sin embargo, cuando me lo entregaron en el mismo domicilio, encontre que tenia un topon de cierta consideracion en el parachoque trasero, que ocurrio durante el servicio. Mitsui no me previno de esta situacion. Mi reclamo fue inmediato. Despues de algunas discusiones y respuestas poco claras, logre finalmente que me rapararan el parachoque, a costo de Mitsui. Hay que tener mucho ojo y reclamar por sus derechos.
ResponderEliminarAsí es, además denunciar siempre a los infractores
ResponderEliminarmuy bueno el blog, los felicito, es una locura lo que ocurre con la garantía automóviles. Hay que denunciar estos hechos y reclamar en un juicio
ResponderEliminarExcelente blog!. Yo tuve muchos problemas por demoras planes de ahorro es una barbaridad y todavía sigo esperando
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